jueves, 12 de julio de 2012

¿PORQUE TE DEJE IR? CAP 10

Cap. 10

------------------------- Presente--------------------------

Me costó trabajo, pero pude subir aquellas escaleras hasta el tercer piso y abrir la puerta cargando a Jaejoong en mi espalda, cuando entre me sorprendí al encontrar aquel departamento desordenado, era extraño Jaejoong siempre había sido muy limpio, no le gustaba el desorden, pero lo que más me sorprendió fue encontrar un montón de botellas de alcohol regadas por todo el piso, me abrí paso alejando los objetos con mis pies para poder pasar hasta llegar a su habitación y ponerlo sobre la cama, en cuanto lo hice mi espalda me agradeció, lo acomode y me di cuenta que tenía algo de temperatura, fui a la (desordenada) cocina llevando un trapo húmedo, y poniéndoselo en la frente para bajársela.

Por un tiempo me quede ahí sentado sobre la cama observando aquel hermoso rostro, viendo aquellos cambios, como que su cabello ahora era rubio y más corto, por alguna razón comencé a pasar mis dedos por su rostro, pasando por aquellos labios que muchas veces fueron mi perdición, y comenzaba a embriagarme con aquel aroma, salí rápidamente y cerré la puerta tras de mi recargándome en ella, mi respiración era agitada y mi corazón comenzaba a latir rápidamente, cerré mis ojos para tranquilizar mi respiración, odiaba aquello, después de tantos años no pude olvidarme de él y seguía perdidamente enamorado como en un principio.

Decidí recoger todo el desorden que tenía en su casa para entretenerme, porque si no lo hacía regresaría a aquella habitación, y no quería saber las consecuencias de lo que pasaría, tarde menos de lo esperado, a si que decidí tomar un baño para relajarme, me dirigí a lo que alguna vez fue mi cuarto, y cuando entre me sorprendí al encontrar aquel lugar pulcro, no sabía porque pero estaba seguro que él había dejado aquel cuarto en aquel estado, incluso estaban mis llaves ahí donde las había puesto, todo estaba igual, negué con la  cabeza, deje mis maletas  a un lado de la cama, saque 2 toallas y me dirigí al baño.

El agua caía recorriéndome el cuerpo, despejando mi mente, realmente había sido una buena idea tomar una ducha, aquello me estaba relajando, salí con una toalla en mi cintura y con otra secaba mi cabello, en algún momento me quede ahí parado viendo aquella puerta, negué con la cabeza y desvié la mirada, me estaba debatiendo mentalmente, mi corazón me decía que entrara a aquella habitación y me dejara llevar por todo aquello que sentía, y mi razón decía que me fuera a vestir, que revisara su temperatura y me largara de ese lugar, pero no le hice caso a ninguna “Ya se despertó” aquel  fue mi pensamiento al sentir una mirada fija que venía del cuarto de Jaejoong, un escalofrío recorrió mi cuerpo, había estado evitando aquel reencuentro por 5 años, pero ya no podía retrasarlo más.

-¿Qué tanto miras?- Le dije en el tono más cortante y con la mirada más fría que pude.

Lo vi salir de aquella habitación, con la cabeza gacha, no lo supe muy bien, pero podría jurar que tenía un leve sonrojo en sus mejillas, cuando subió su vista mi mirada seguía igual de fría, y en el momento en que se conectaron nuestras miradas pude ver claramente como se tensaba.

-Has vuelto-  Dijo mientras que su cuerpo temblaba ligeramente

-Sí, pero no por ti- Y no era mentira solo estaba aquí, porque a la dichosa universidad se le había ocurrido cerrar, y no me había quedado otro remedio más que regresar a Seúl

-Min…- Al escuchar aquel apodo no pude evitar enojarme, no permitiría que me volviera a decir así.

-¡No quiero que me vuelvas a decir así entendiste!- Ante aquel grito vi como sus ojos se cristalizaban, me dolía verlo así, pero no volvería a caer nuevamente

-Tenemos que hablar- Su voz se había escuchado rota, y no lo culpaba, era la primera vez que le gritaba.

-No hay nade de que hablar, todo quedo claro hace 5 años- Vi como de sus ojos comenzaban a salir lagrimas, sentí mi corazón estrujarse, pero no podía evitarlo, mi razón le había ganado a mi corazón, y aunque  por dentro estaba llorando junto con él, en mi cara solo pudo aparecer una sonrisa irónica -¿Estás llorando?, por favor, ¿Crees que volveré a caer? Sabes, no soy aquel niño ingenuo que todo se creía así que deja de fingir- Pude ver como su rostro cambiaba a uno de enojo, pero sus lágrimas no paraban de salir.

-¡No estoy fingiendo!- Me grito, sus mejillas estaban empapadas, y de nuevo me volvía a pelear internamente, tenía tantas ganas de abrazarlo, secarle aquellas lágrimas y besarlo hasta quedarnos sin aire –Por favor Mi…- Al escuchar nuevamente que me intentaba llamarme Min, la razón volvió a ganar, y mi cara era de total enfado, pude sentirlo temblar y sus lagrimas se detuvieron, creo que lo asuste –Changmin-

Y ante aquella petición no pude negarme

 “Eres un maldito masoquista Changmin”­ – Mi razón estaba en lo correcto

-De acuerdo, solo iré a cambiarme- Ya que apenas recordaba que solo tenía puesta la toalla de la que había salido del baño, me dirigí a lo que alguna vez fue mi cuarto, caminando lentamente y sintiendo aquella mirada que me ponía de los nervios, entre y me puse una simple polera, unos pantalones holgados, un par de tenis y tome mis maletas.

Me dirigía al centro del departamento cuando vi a Jaejoong parado en la misma posición con un sonrojo notorio en sus mejillas, lentamente lo vi sentarse en la silla y azoto su cabeza con la mesa, me reí mentalmente mientras me recargaba en la pared, al parecer seguía siendo el mismo.

-Veo que tus métodos siguen igual de desquiciados- Se sobresalto al escuchar mi voz y rápidamente alzo su rostro a mi dirección, me separe de aquella pared y me senté enfrente de el  -Ahora dime de qué es lo que quieres hablar Jaejoong- Pude notar como su cara era de curiosidad

-¿Por qué me dices así?

-¿Jaejoong? Que acaso no es ese tu nombre

-Jamás me habías llamado así, siempre me decías…- Vi como su cara se llenaba de dolor y sus ojos nuevamente se cristalizaban, así que esa era la razón, vi que no iba a poder continuar

-¿Hyung?- Termine su frase-no veo la diferencia ni la necesidad de hacerlo “Jaejoong”

-No me digas así por favor-

-¿Quieres que te diga diciendo Hyung? De acuerdo “Hyung”- Mi voz sonaba tan sarcástica para dejarle en claro que no lo volvería a llamar así, y al observarlo que se quedaba callado, vi la oportunidad para salir de ahí  -Bueno creo que no tienes que decir nada, así que me voy-

Tome mis maletas y me dirigí a la salida, aquella puerta es lo único que me separaba de mi “libertad”, pero mi sorpresa fue encontrarme con Jaejoong frente a mí impidiéndome la salida, y eso me molesto, quería salir de ese lugar, cada vez las ganas de abrazarlo y dejarme llevar, se hacían más fuertes.

-Déjame pasar- Le dije calmado

-No-

-¡Que te muevas!-

-¡No!- Aquel grito me tomo desprevenido -¡Tu de aquí no sales Changmin!-

Aquel último gritó me sorprendió, pero mas fue mi sorpresa al sentir sus labios sobre los míos, sus brazos se posicionaron alrededor de mi cuello, y sus manos jugaban con el cabello de mi nuca.

Estaba en shock, mi corazón se fue acelerando y mi batalla interna empezaba de nuevo, mi mente me gritaba que lo alejara, que lo separaba de mí, pero mi cuerpo no reaccionaba, aquel contacto se sentía tan bien, volver a sentir aquellos labios, y mande todo a la mierda, cerré los ojos y me deje llevar por aquel beso, sentí como su cuerpo reaccionaba ante mi respuesta, tome su rostro en mis manos para acercarlo más a mí, sentí como mordió mi labio y deje que entrara, su lengua encontró la mía y la lucha comenzó.

-“Changmin ¿Qué estás haciendo?- Aquello fue el último rastro que quedaba de mí razón, pero poco me importo, me sentía dichoso después de 5 años.

--------------------------6 años antes---------------------

Había pasados unos meses y mi Hyung había podido aprobar cálculo, y eso me alegraba, dentro de 6 meses se graduaría y entraría a la universidad, me dijo que estudiaría gastronomía, creo que eso era genial y delicioso.

Esos meses fueron lo mejor, era divertido ver la cara de frustración de Junsu cuando mi Hyung me escondía, y parecía feliz haciéndolo, un día no tuvimos tanta suerte y Junsu me encontró, tomo mi muñeca y comenzó a jalarme, sentí presión en la otra y tanto Junsu como yo giramos para encontrarnos con mi Hyung y ante tal acto Junsu se enojo.

-Oye suéltalo-

-No recibo órdenes tuyas-

-Changmin es mi amigo, así que suéltalo-

-Yo es el que debería decir eso, Changmin es “MI NOVIO” y tengo más derecho-

Cuando dijo aquello sentí un extraño calor en mis mejillas, y la cara de Junsu de desfiguró, realmente fue gracioso, sentí su mirada sobre mí, y me avergoncé más.

­-Es eso cierto Minnie- me miraba cada vez más sorprendido y yo solo pude asentir tímidamente- Con eso me das más motivos para hablar contigo-

Ante tal comentario mi Hyung frunció el seño y yo me sentí ofendido, pero no pudimos decir más, ya que nuevamente la campana sonó marcando el terminó del almuerzo.

Al final de clases espere a mi Hyung donde siempre, pero no aparecía, fue cuando lo vi siendo arrastrado por un profesor, y tenía su cara de fastidio, y sonreí, supuse que estaría ocupado, di medía vuelta para salir cuando me encontré cara a cara con Junsu y suspire, supuse que no podría ocultarme por más tiempo.

Y ahí me encontraba entrando a mi departamento seguido de Junsu, entramos y se sentó en una de las sillas.

-Quieres café Junsu-ha- Le pregunte tratando de romper aquella incomodidad.

-No, quiero hablar contigo, y más vale que comiences, y esta vez espero que no me mientas- Yo solo suspire, ese era Junsu, tan directo como siempre.

-Ya- Me senté en la otra silla justo enfrente de el –Tienes razón, te dije la verdad en partes,  estoy pagando este departamento con mi beca- Junsu me miraba con curiosidad, y ponía atención a mis palabras –Pero mis padres no están donde vivían mis abuelos, si se vendió la casa, pero no fue por una hipoteca- Calle por un momento, sentí un nudo en mi garganta y Junsu se veía preocupado.

-Entonces… ¿Dónde están tus padres?-

-¿Realmente quieres saberlo?- El asintió y yo solo sonreí amargamente, me puse de pie y lo mire –Sígueme-

Sin más salí del departamento escuchaba los pasos lentos de Junsu, ninguno de los 2 decía nada, y cuando me pare enfrente del cementerio vi de reojo a Junsu que tenía cara de espanto, entre a aquel lugar y me detuve frente aquellas 2 lápidas.

-Mamá, Papá, Junsu vino de visita- Les dije como cuando él iba a visitarme para que jugáramos.

Pude ver a Junsu hacer una reverencia, y ponerse de rodillas mientras que juntaba sus manos y cerraba sus ojos de los cuales ya salían lagrimas, se puso de pie de nuevo y me miro, esquive aquella mirada no quería verlo, y salí de ese lugar de regreso a mi apartamento, todo el camino fue en silencio hasta que nos volvimos a sentar.

-¿Changmin?- Su voz sonaba quebrada, y yo no quería subir mi vista, podía sentir como de mis ojos salían las lágrimas.

-Hace 1 año, tuvimos un accidente- mi voz sonaba rota –Recuerdo haber visto a mi Mamá rodearme con sus brazos y recibiendo todo el impacto, todo se volvió confuso- Hice una pausa, ya que el nudo en mi garganta no me dejaba hablar- Podía oír el grito de las personas, el sonido de ambulancias, y después nada, todo se volvió oscuro…-

-Minnie yo no…- No lo deje continuar, porque si paraba no sabía si podría continuar hablando.

-No me interrumpas, me pediste que hablara, solo déjame terminar- Aun no podía verlo al rostro, sabía que si lo hacía rompería en llanto –Cuando desperté, todo era un caos, doctores y enfermeras corriendo de un lado al otro… no entendía nada, todo era muy confuso… mi cuerpo se sentía adolorido y pesado… sentía aquel tubo en mi garganta, que era con lo que respiraba, tenía varias bolsas de suero conectadas a mi brazo… solo escuchaba los gritos de doctores y enfermeras “Despertó” “Debería de haber muerto” aquella sensación era  asfixiante… yo solo quería ver a mis padres, y nadie me decía nada, después de un tiempo sin respuestas mi estado había mejorado… estaba feliz porque creía que en ese estado podría ver a mis padres-  Una sonrisa amarga apareció en mi rostro- Que equivocado estaba, lo único que recibí fue la noticia de que mis padres estaban muertos, y que me enviarían a un orfanato- No pude mas y sin poderlo evitar rompí en llanto.

Todo aquellas sensaciones se acumularon en mi pecho por mucho tiempo, y no había sido capaz de sacarlo, y ahora que hablaba sobre aquel incidente no pude mas, tape mis manos con mis ojos tratando de calmarme pero no pude, aquel dolor era asfixiante y sentía mi corazón estrujarse después de un tiempo sentí los brazos de Junsu, me aferre a su cuerpo y llore como nunca lo había hecho.

Ya más calmado Junsu se separo de mi, tomo la silla y la arrimo junto a mí  y se sentó para volverme a abrazar, sabía que significaba eso, seguía esperando a que yo continuara, y así lo hice.

-Aquello no fue todo, me dijeron que había estado en coma por 6 meses… ante aquello sentí como el mundo se me venía abajo, lo acababa de perder todo, a mis padres, mi casa la cual vendieron para pagar la cuenta del hospital- Ante aquello solo pude cerrar mis puños con fuerza – y ahora había perdido 6 meses de mi vida, yo no quería seguir con eso, me enviaron a un internado, pero no me di por vencido, pelee y logre que me dejaran vivir aquí… yo lo lamento Junsu-ha, no quería que te enteraras, no quería verte sufrir.

Ante aquello pude escuchar una risa por parte de Junsu,  levante mi rostro y lo vi con confusión y sentí un golpe en mi frente, aun con aquellas lágrimas en sus ojos tenía una sonrisa en su rostro.

-Ya, no es tu culpa Minnie, pero realmente me da risa, ¿Te preocupabas más por mí que por ti?, tonto- Sentí de nuevo aquel abrazo, ya no lloraba, me sentía feliz.

-¿Entonces no estás enojado?

-Lo estarás si no me cuentas lo de Jaejoong- Sonreí, al parecer el también estaba de mejor humor.

-Lo conocí aquí, es mi compañero de departamento- Ante eso lo vi fruncir el seño, al parecer quería decir algo, así que no dije nada, pero él tampoco lo hizo- Hace 5 meses que lo conozco y hace 3 que salimos-

-Minnie,- Un suspiro salió de sus labios-Tú eliges con quien salir, te seré sincero, jamás, pero jamás me ha caído bien Jaejoong- Ante aquello puse una cara de curiosidad, no entendía el por qué, realmente era una persona agradable- Es el mejor amigo de Yoochun, y lo respetó, así como respetare tu relación con él, pero quiero que tengas cuidado con él, desde que lo conozco me ha parecido un chico problemático ¿De acuerdo?

Yo solo pude asentir y ambos sonreímos, y “hablando del rey de roma”, en ese momento escuchamos la voz de Jaejoong-

-¿Quién se murió?- Ambos volteamos y vimos a mi Hyung con un rostro confundido

Y no lo culpaba, lo más seguro es que ambos tuviéramos rastros de lagrimas y los ojos hinchados, eso hizo que sonriera un poco, y Junsu le miraba con cara de pocos amigos.

-Changmin te dejo, si este estúpido- Señalo a mi Hyung –te hace algo no olvides en decirme que yo me encargo de él-Yo solo sonreí nerviosamente aquel tono era tan… Junsu, y se acerco lentamente a mi Hyung –y tú- Su tono cambio a uno amenazante –Si le haces algo a Minnie te juro que no vives para contarlo ¿entendiste?- Y ahí va de nuevo con sus cambios de humor, y solo podía ver el terror en la cara de mi Hyung –Nos vemos luego Minnie-

Entendía perfectamente aquel miedo que sentía mi Hyung en este momento, yo más que nadie (y Yoochun) conocía ese cambio de humor tan repentino, de Junsu, pero aquella cara que traía era tan graciosa que no pude evitar reírme.

-Oye no fue divertido- Me dijo intentando hacer un puchero de protesta, pero eso no evitaba que me siguiera riendo.

-Eso dices tú que no viste tu cara de susto-

Me deje llevar por la risa, no solo era por su cara, aquello me relajaba y dejaba escapar mis nervios, cerré los ojos por un momento y me calle al sentir aquellos labios sobre los míos.

Aquel beso hizo que me perdiera, coloque mis manos sobre su pecho para alcanzar su cuello, pero en menos de un segundo se había separado.

-¡Hyung!-  

Escuchaba su risa y aquello hizo que el calor se acumulara en mis mejillas, debía suponer que se vengaría.

-Ahora si es divertido- vi como se acercaba a mí con aquella sonrisa de oreja a oreja que me ponía de los nervios, pude sentir aquellos labios sobre mi oreja y no pude dejar escapar un pequeño suspiro por aquella sensación –Sabes, así enojado te ves lindo-

No pude pensar por qué nuevamente atacaba mis labios, me tarde en reaccionar pero comencé a mover mis labios, sentí un pequeño mordisco en mi labio inferior y abrí mi boca para que entrara, aquello me encantaba, esta vez logré llegar a su cuello para acercarlo más a mí, sentí como mi cuerpo chocaba contra la pared fría, aquellas manos se posicionaron sobre mis caderas y luego sobre mi trasero, y sin poder evitarlo deje escapar un pequeño gemido, podía sentir como alzaba mi cuerpo y por instinto enrede mis piernas en sus caderas, deje de sentir aquel beso y pude verlo observándome, ante ello sentí como el calor se acumulaba en mis mejillas, y no lo había notado, pero mi respiración estaba agitada, aquella mirada la había visto antes, y sabía lo que intentaba hacer, no pude seguir pensando su boca se apodero de mi cuello, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, tenía algo de miedo que volviera a dejar una marca como aquella vez, pero mi mente se nublo y yo solo podía dejar escapar suspiros de placer.

Me aferre más a su cuerpo al sentir aquella ola de placer, aquella lengua no dejaba mi cuello y yo solo podía acariciar su cabello, y no pude evitar soltar un grito al sentir como frotaba nuestras caderas.

­-¡Ah!-

Sentía como el calor se apoderaba de mi parte baja y al parecer aquello solo hizo que mi hyung me pegara más a aquella pared, puso más fuerza en uno de sus brazos, y con el otro comenzó a recorrer mi cuerpo lentamente de una forma tortuosa, mi cuerpo reacciono al sentir como su mano se posicionaban debajo de mi polera, lentamente iba subiendo y por alguna razón lo detuve.

-H… hyung… e… es… espera- ante aquello mi Hyung se quedo quieto, no se despego de mi pero no continuo.

-¿Quieres que me detenga?- Aquella voz sonó entrecortada, pero yo no podía responder, ni yo mismo me entendía del porque lo había detenido, mi mente aun se encontraba nublada, lo detuve pero quería que continuara.

Sentía como lentamente me iba bajando, sentí como cómo mis pies tocaban el piso, sus brazos rodearon mi cintura y su nariz recorría la extensión de mi cuello, su respiración sobre el hacía estragos en mi mente, lentamente su cuerpo se fue separando, y ante la falta del calor de su cuerpo reaccione.

-No, no… no quiero que te detengas- sentí su mirada sobre mi y cuando nuestros ojos se conectaron me avergoncé, su mirada era de total confusión, y no lo culpaba- Lo… lo siento  es so… solo que yo…- Pero no pude continuar.

-Tienes miedo- Su voz se escuchaba ronca, al parecer le había afectado que le detuviera –Min si tienes miedo es mejor detenerse- ante aquello intentaba alejarse de nuevo e hice lo primero que paso por mi mente y me colgué de su cuello.

-Yo… yo no tengo miedo- nuevamente me puso aquella mirada que me ponía de los nervios, y nuevamente el calor se acumulo en mis mejillas –Es solo que…- Hice una pequeña pausa para poder seguir hablando –Es que… me da vergüenza-

Y solo pude esconder mi rostro en su cuello, no me atrevía a mirarlo a la cara, fue cuando escuche una carcajada.

-¿De verdad quieres que continué? –Me volvió a preguntar, y no lo dudaba, quería que continuara, pero mi tartamudeo no ayudaba en mucho.

-S… si-

Sentí sus manos sobre mi rostro para volver robarme el aire con aquellos besos, volví a enredar mis brazos en su cuello y solo pude sentir como comenzaba a caminar guiándome a algún lugar de departamento, se separo un poco y escuche como cerraba la puerta, solo me di cuenta de que nos encontrábamos en una habitación cuando me empujo y caí sobre él colchón, para luego sentirlo sobre mí.

Solo podía observar como pasaba sus manos sobre mi pecho, y para cuando me di cuenta ya no traía mi polera, las olas de placer se acumulaban en mi cuerpo, y mordía mi labio para impedir aquellos suspiros que se acumulaban en mi garganta salieran, pero falle en el intento al sentir como sus labios se posicionaban sobre uno de mis pezones.

-¡Ah H… hyung!

Ya no podía ver, solo podía sentir aquella lengua jugando con uno de mis pezones, una de sus manos se dedico a jugar con el otro, sentía su otra mano rozar mi abdomen, bajaba lentamente hasta posicionarse sobre mi miembro ya despierto, lentamente lo frotaba y ya no podía evitar gemir.

-Nnn… ¡ah!-

Nuevamente sentí su boca en mi cuello y su mano se coló por debajo de mis pantalones, por un momento acaricio sobre mi ropa interior, para pasar directamente sobre mi miembro, sentí un jalón en mis piernas, y sentí que ya no tenía mis pantalones ni mi ropa interior, detuvo cualquier movimiento y note como observaba mi cuerpo desnudo y yo lo único que podía hacer era avergonzarme.

-Hyung porque me miras así-

-Te ves tan lindo-  me susurro en mi oído, lamio y mordió mi lóbulo y yo solo pude dejar escapar un gemido

-Nnn-

Su lengua bajo por mi rostro, deposito un pequeño beso sobre mis labios, y continuo su camino, pude sentir un pequeño mordisco sobre mi cuello y yo solo pude cerrar mis ojos, se dispuso nuevamente a jugar con mis pezones, y cuando termino bajo y bajo, sentí  una punzada en mi bajo vientre al adelantarme de lo que iba a suceder, pero nunca llego, por instinto abrí los ojos confundido, pude ver una tierna sonrisa y luego sentí sus labios sobre los míos.

Pude ver como se quitaba su polera y sus pantalones junto con su ropa interior, quedando completamente desnudo, no pude evitar que mi mirada se desviara hacia su miembro despierto y cuando me miro yo solo pude girar mi rostro hacia otra dirección avergonzado, solo pude escuchar una carcajada, y yo solo me pude avergonzar mas, pero el sentir su cuerpo sobre el mío, y un suspiro salió de la boca de mi Hyung

-Min mírame- Con aquello voltee a verlo aun sintiendo pena tenerlo sobre mi sin ropa, sentí sus manos sobre mis caderas y cuando pude darme cuenta me encontraba sentado sobre sus caderas, mientras él se encontraba debajo de mi cuerpo, pude sentir que tomaba mis manos mientras las colocaba sobre su pecho  -Tócame- Y aun nervioso recorrí lentamente su pecho, y un gemido, su primer gemido llegó a mis oídos.

-Nnn… Min- Aquello me motivo a repetir la acción, mi vista se fijo en aquel percing y me llamo la atención, deje atrás un poco de mi timidez  y posicione mis labios sobre aquel pezón, sentí el sabor de aquel metal y lo tome con mis dientes para jalarlo un poco -¡Ah!- aun con nerviosismo seguí recorriendo su cuerpo, y sin pensarlo iba bajando y cuando me tope con su miembro no pude evitar detenerme y volver a su pecho, si estaba nervioso (creo que lo he dicho muchas veces) pero por algo era mi primera vez.

De nuevo giramos quedando mi espalda nuevamente sobre el colchón, y antes de poder reaccionar mi Hyung daba besos sobre mi miembro, y yo solo podía suspirar debido al placer, su lengua lamio solo la punta para luego sentir como me envolvía completamente con su boca.

-¡ah! H… hyung, mmm… ah-

Comenzó a mover su cabeza de una forma ascendente y descendente, y fue cuando perdí la cordura, solo podía sostener las sabanas ante el placer, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, estaba a punto de correrme, mi cuerpo se tenso, pero ene se momento mi Hyung se detuvo.

-¿Estás listo?- Me susurro en mi oído y yo solo pude asentir,  de repente tenía 3 de sus dedos en mi rostro.

-¿Hyung?- La verdad es que no entendía que es lo que tenía que hacer

-Solo lámelos, necesito prepararte- No dije mas y lo hice un poco avergonzado sabiendo lo que haría con aquello, después de un tiempo haciéndolo los quito de mi boca, mientras separaba mis piernas, haciendo que las flexionara –Solo relájate-

Fue lo que me dijo antes de que comenzara a besar, pude sentir como uno de sus dedos se deslizaba por mi entrada, y no pude evitar sentir algo de molestia y que mi cuerpo se tensara, lo noto ya que hizo aquel beso más profundo, me concentre en aquel beso, y comencé a relajarme, el dolor recorrió mi cuerpo al sentir sus otros 2 dedos dentro, rompí aquel beso ante aquel dolor.

-D… duele-

Nuevamente tomo mis labios, y con su mano libre comenzó a estimular mi miembro al ritmo en que movía sus dedos en mi entrada, ya no sabía qué sensación era más fuerte, si el placer o el dolor, cuando de repente se detuvo, pude sentir como sacaba sus dedos de mi entrada y en su lugar entraba algo aun mas grande, sentí aquella punta introducirse y un horrible dolor se acomodo en mi espalda baja, solo pude sostenerme fuertemente de aquellas sabanas, por un momento sentí que se detenía pero eso no me quitaba aquel horrible dolor, sus manos tomaron las mías y las colocaron sobre su espalda, para luego posicionarse sobre mi trasero mientras me levantaba y se introducía mas dentro de mí, mis lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, y volvió a detenerse, podía ver su rostro preocupado, enrede mis piernas alrededor de su cintura y lo jale hacía mi, haciendo que entrara completamente.

-¡Ah!-

Ambos dejamos escapar un grito, cerré mis ojos e hice mi cabeza hacia atrás, podía escuchar nuestras respiraciones agitadas, volví a abrir mis ojos, y vi a mi Hyung con una hermosa sonrisa, y con aquello me sentí completo, aun cuando dolía y mis lagrimas seguían bajando por mis mejillas sentí que no me faltaba nada, podía sentir sus pulgares que limpiaban mis lagrimas y pequeños besos sobre mi cara, moví mis caderas instintivamente, ya no dolía, y ante aquello mi Hyung comenzó a embestirme una y otra vez, el placer invadía todos mis sentidos, mi miembro era estimulado al ritmo de sus envestidas, y con cada estocada perdía el poco juicio que me quedaba, y yo solo podía acariciar su espalda, enterrar  mis uñas en esta o enredaba mis dedos en su cabello.

Cada estocada se volvía más profunda, hasta llegar a aquel punto en que mi mente se nublaba, sentía mi cuerpo desvanecerse ante el placer, mis piernas ya no se aferraban a su cuerpo, mi cuerpo se estremeció y me aferre a su cuello, no pude evitar soltar un grito al llegar al clímax, y sentí aquella humedad entre nuestros cuerpos, de un momento a otro me relaje, mi hyung detuvo cualquier movimiento, y volvió a enredar  mis piernas en su cintura, posiciono sus manos sobre mis caderas y comenzó a moverse más rápido, ya no tenía fuerzas para sujetarme y solo pude cerrar los ojos mientras me envestía una y otra vez mientras mis gemidos no dejaban de salir, sentí su fuerte agarre en mis caderas mientras me besaba  y ahogaba un pequeño grito en mi boca, pude sentir aquel liquido en mi interior y luego el peso de su cuerpo sobre el mío, nuestras respiraciones estaban agitadas y podía sentir su respiración sobre mi pecho, y solo pude sonreír y comencé a acariciar lentamente su cabello, después de un tiempo se levanto, y lentamente salió de mi interior mientras se recostaba aun lado de mi.

-¿Estás bien?- Me pregunto mientras acariciaba mi cabello y dejaba un beso en mi frente.

-Sí, Te amo Hyung- Le dije mientras una sonrisa cansada se colocaba en mi rostro, era feliz, pero estaba muy cansado, lentamente mis ojos se fueron cerrando, acomode mi cabeza en su pecho y antes de caer dormido a lo lejos pude escuchar un susurro.

-Yo también te amo Min-

Sentí una molesta luz sobre mis ojos y cubrí mi rostro con uno de mis brazos, no quería levantarme pero aquella molesta luz me decía que ya era tarde, además de que tenía hambre, anoche solo  pude a comer algo que estaba en el refrigerador, abrí mis ojos y gire mi cuerpo viendo que mi Hyung ya no estaba ahí, así que me levante y me vestí, era feliz hacía un año que lo había conocido, y teníamos  un poco mas de 7 meses de haber estado saliendo, salí de la habitación para dirigirme a la cocina donde me encontré a mi Hyung con la cabeza metida en el refrigerador.

-Hyung- pude ver como saltaba y se daba un golpe con la parte superior del refrigerador, y ante aquello solo pude reír recordé como se daba golpes contra la mesa y decidí bromear un poco, -Jajaja ¿Qué pasa Hyung? Ya te aburrió la mesa y ahora vas contra el refrigerador Jajaja-

-No es gracioso- Me dijo fingiendo molestia –Además tu tuviste la culpa- me dijo mientras sobaba donde se había golpeado, Ignore eso y cambie el tema.

-¿Qué buscas Hyung?- Le dije al recordar que había tenido su cabeza en el refrigerador.

-Comida- Ante aquello mi cuerpo se tenso y pude ver como una sonrisa de victoria se colocaba en su rostro- Min volviste a comerte todo, ahora tengo que volver a comprar comida­- Podía sentir el calor acumularse en mis mejillas al ser descubierto.

-E… es que tenía hambre- Lo dije ya nervioso

-Siempre tienes hambre Min- Baje mi mirada sentía un nudo en mi garganta ante aquel reclamoNo te estoy reclamando, solo avísame si tienes hambre y compro mas comida por la tarde, me evitas salir muy temprano en la mañana.

Pude ver como se disponía a salir del departamento y sujete su brazo para evitar que siguiera avanzando y pude ver aquella mirada de curiosidad.

-Yo voy Hyung- Sonreí y el hizo lo mismo -¿Qué compro?-

Y así me dio una lista de lo que necesitaba y salí del departamento, cuando bajaba por las escaleras un chico que iba subiendo me empujo con uno de sus hombros, haciéndome caer, agradecí que solo eran 2 escalones los que me separaban del suelo, aquel sujeto se detuvo y me miro con molestia, note que era alto, venia vestido de traje y tenía una mirada muy penetrante, por alguna razón me recordó a aquel Jaejoong de hace 1 año.

-Oye fíjate por donde caminas-  Fruncí un poco el seño, el había sido quien me había empujado pero no quise discutir, no quería tener problemas con nadie, me levante del piso y solo hice una pequeña reverencia y seguí mi camino, pude escuchar un pequeño bufido y luego sus pisadas que me indicaron que continuo su camino al igual que yo, en verdad esperaba no volverme a encontrar con ese tipo tan desagradable.

Olvide aquel incidente, caminaba por la calle hacía la tienda mientras iba viendo aquella lista, ¿Tanto comía? Aquella lista era muy larga además que la cantidad era mucha, solo suspire, intentaría comer menos (aclaro intentaría).

Ya en aquella tienda me encontraba apoyado sobre la repisa mientras el dueño corría buscando lo de la lista, una vez que salí de ahí me dirigí rápidamente hacía mi apartamento tenía hambre y quería ver a mi Hyung, entre a aquel lugar y deje todo aquello en la cocina, pero no veía a mi Hyung, escuche unos ruidos provenir de su habitación, así que tome un plato y una cuchara para caminar hacía aquel lugar con una sonrisa en mi rostro, sabía que con aquellos objetos y una sonrisa tierna mi Hyung me daría de comer, cuando llegue la puerta estaba abierta, dejándome ver  aquella escena que me dejo helado.

Mi Hyung se encontraba sobre su cama, y sobre él se encontraba aquel chico que me había tirado por las escaleras, sus manos sostenían las de mi Hyung y su boca se dedicaba a besar su cuello, fue cuando la voz de aquel chico me saco de mis pensamientos.

-Jae tu solo estas con ese niño para salir de este lugar, no te agrada ese niño, es más me dijiste que lo odiabas, solo lo usas para subir tus calificaciones en cálculo y que tus padres te regresen a tu departamento admítelo-

Pude ver como una de sus manos acariciaba la entre pierna de mi Hyung, pero mi mente había volado, aquellas palabras hicieron que mi cuerpo comenzara a temblar de la desesperación, del miedo, y un dolor punzante invadió mi pecho, quería escuchar a mi Hyung negar todo eso, quería que le dijera que estaba conmigo porque me amaba.

-No lo estoy negando, use a Changmin para salir de este lugar, para que mis padres no me desheredaran, para que me regresaran mi auto ¿Contento? pero…

No pude evitarlo al escuchar aquella afirmación el plato resbalo de mis manos, haciéndolo caer al suelo rompiéndose en pedazos, mis lagrimas salían de mis ojos, aquella desesperación, aquel dolor solo aumentaron, pude ver como mi Hyung me volteaba a ver y pude ver como palidecía al verme ahí

-Min- Su voz se escucho con miedo, ¿Por qué era Jae? ¿Por qué te había descubierto?  ¿Realmente no me amabas?

La realidad me golpeo ante aquel pensamiento,  tu no me amabas lleve mis manos a mi boca para callar un grito desesperado que quedo atrapado en mi garganta, solo me habías utilizado, y yo como un estúpido había caído, Junsu tenía razón, quería correr pero mis piernas no me funcionaban solo podía verte a ti, “Muévete” era lo que le gritaba a mis piernas, y la desesperación crecía cada vez, lentamente veía como te levantabas y el miedo hizo que mis piernas reaccionaran, logre llegar  a mi habitación y me encerré, por primera vez use aquella cerradura que me diste, no te quería ver, no te quería cerca de mí.

Llore, llore como nunca lo había hecho, ni siquiera con Junsu, deje salir todo aquel dolor que por tanto había callado, siempre me mentí a mí mismo, “Todo estará bien Changmin” es lo que me repetía una y otra vez desde que habían muerto mis padres, diciéndome que la vida continua pase lo que pase pero ¿De qué sirve? De que servía seguir adelante.

Pude escuchar como tocaba, pero yo solo podía llorar no quería saber nada, escuche como forcejeaba la puerta, con aquella insistencia tenía miedo de que de un momento a otro derribaría a la pobre.

-Vamos Min ábreme, tenemos que hablar- y ante aquello mi llanto se hizo más fuerte ¿De qué quería hablar? Todo aquello había quedado claro con lo que había dicho Por favor- Cállate -Perdóname-  ¡Cállate! Grite mentalmente no quería escucharlo.

Estuvo cerca de 1 hora tocando y me di cuenta que era bastante insistente, pude callar mis sollozos, pero mis lágrimas seguían cayendo, de un cajón saque mi celular y le marque al único en el que podía confiar.

-¿Sí?- Me contestaron del otro lado de la línea, pero no podía articular palabra -¿Minnie? –

-Su- fue lo único que pude decir antes de deshacerme nuevamente en lágrimas

Llame a Junsu y entre lagrimas y sollozos medio le explique la situación, y por su tono de voz sabía que estaba cabreado, y aun a pesar de todo lo que había hecho lo seguía amando como un estúpido, y lo que menos quería es que Junsu viniera a golpearlo, lo se fue muy tonto de mi parte, y al fin con una condición suya acepto no venir.

-Min sal de ahí, hice algo de comer, debes tener hambre- Ante aquello me trague mis insultos y mis lagrimas y me concentre en seguir guardando mis cosas para irme con Junsu no soportaría estar viviendo con el -Min si quieres comer te dejo la comida en el comedor- Ya no quería saber nada.

Cuando oscureció recibí la llamada de Junsu, me estaba esperando afuera del edificio, deje las llaves sobre uno de los muebles, aquello ya no me pertenecía, salí lentamente de lo que alguna vez fue mi habitación, y me dirigí a la salida, abrí la puerta y di un último vistazo a aquel lugar lleno de tantos momentos felices, y que ahora solo eran recuerdos dolorosos.

Ahora me encuentro sentado en un avión esperando a que llegue a su destino, horas atrás estuve convenciendo a Junsu y a sus padres que me dejaran ir, eran insistentes en que me quedara a vivir con ellos, pero yo no quería permanecer en aquel lugar, solo quería escapar de Jaejoong y estudiar en la Isla Jeju era mi vía de escape y estaba eternamente agradecido con los padres de Junsu que se convirtieron en mis tutores, y ellos se encargarían de mis tramites de la escuela.

Cerré mis ojos y una lágrima se deslizo por mis mejillas, y una sonrisa amarga adorno mi rostro, era un idiota, el pensar que cuando conocí a Jaejoong el no quería saber nada de mí, y yo había sido el estúpido que estaba detrás de él, insistiendo e insistiendo que fuera mi amigo, había estado tan feliz aquella vez que no me di cuenta que solo comenzó a hablarme cuando se entero que yo estaría en su clase de cálculo, era tan obvio que no sabía si reírme o llorar.

-Señores pasajeros les informamos que hemos llegado a nuestro destino, por favor de abrocharse su cinturón de seguridad que el avión está a punto de aterrizar-


Cuando murieron mis padres caí en un agujero que a mis ojos no tenía fondo, caía y caía, y cuando creí que estaría cayendo por siempre sentí a alguien que me sujetaba, que me impedía seguir cayendo, su nombre Jaejoong, aquel chico que con su tiempo y dedicación se fue ganando mi corazón, aquellas sonrisas hacía que me aferrara más a su agarre, cada vez sentía como me halaba hacía arriba, sentía que con el tiempo saldría de aquel agujero, estando a su lado me sentía seguro y feliz, en un momento casi logre salir de aquel agujero llamado depresión, pero antes de que Jae diera el ultimo tirón para salir, por detrás apareció aquel chico con su cara de superioridad, ante aquella presencia solo me soltó, la escena pasaba lentamente a mis ojos, solo podía ver su espalda mientras se alejaba de mi y se acercaba aquel sujeto, y una vez estando en sus brazos se alejaban lentamente sin mirar atrás mientras yo caía, intentaba agarrarme de aquellas paredes, gritaba su nombre desesperadamente, pero nada fue suficiente para traerte de vuelta y caí más rápido que antes, esta vez logre tocar fondo, en aquel lugar solo había oscuridad, un tiempo me mantuve en aquel lugar con la esperanza de que algún día volverías a mí, pero todo aquello era inútil, tu solo me habías utilizado, y continúe con mi vida, cave mi camino en aquella oscuridad, en aquella soledad, sin ti.

Continuara

1 comentario:

  1. Ohhh he dado contigo, me encanta este fin... y al fin podré leer el final.. besos

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