Y de repente la puerta se abrió, e instintivamente gire la
vista, para encontrarme contigo, si no hubiera estado sentado en ese momento,
podría jurar que me tambaleaban las piernas, lo reconozco eras un vivo reflejo
de tu padre, pero aún así tenías rasgos de tu madre, como sus ojos, no pude
evitar sonreír y sin embargo tu frunciste el seño, no te culpaba, lo más seguro
es que no me reconocieras.
De repente tu abuela se pone de pie, y camina hacía a ti,
envolviéndote en un abrazo
-Abuela, que sucede-
Le preguntas, y nuevamente tu mirada se posa en mí, no
sabría descifrar aquella mirada, podía ver confusión en tus orbes chocolates.
-Sra. Kim, joven
Shim, por favor tomen asiento- Pude ver como tu abuela se tensaba, y tu
cada segundo que pasaba te veías mas y mas confundido, ambos se sentaron y
Yunho siguió hablando –Sr. Kim, por
favor firme esto- Dijo entregándome otros papeles –Aquí acepta la patria potestad de Shim Changmin-
-¡¿Qué?!- Tu
grito se escucha por toda la oficina, gire a verte y ahora me veías molesto, y
la verdad no te culpo Min –Abuela, que
esta pasado aquí, y ¿Quién demonios es él?-
-Cariño esto es
difícil…- Comenzó tu abuela –Mira…-
Yunho no la dejo continuar
-Mira Changmin, puedo
llamarte así ¿verdad?- Es asintió –El
es tu tío, Jaejoong, es hermano de tu
madre, y de hoy en adelante es quien cuidara de ti-
Ahora me veías con sorpresa, y comenzaste a examinarme con
la mirada
-¿Por qué?-
Preguntaste –No quiero irme con él-
-Lo siento Changmin,
pero esta decisión no la puedes tomar tú, te irás a vivir con tu tío-
- ¡Entonces quien la
toma ¿Usted?! - Gritaste
-No- Te respondió
Yunho-Tu madre- Abriste los ojos
claramente sorprendido ante sus palabras –Dejo
muy claro, que si le pasaba algo, el debería de cuidar de ti-
-Por favor, Por qué
haría eso, si ni siquiera estuvo en el funeral de mis padres, no sabía que mi
madre tenía un hermano-
-Es una larga
historia, y no está en mí contarte, pregúntaselo a tu abuela-
Giraste instintivamente a ver a tu abuela, que seguía pálida
y nerviosa, pude verlo, pude ver como fruncías el seño al parecer le exigías
una explicación, pero jamás llego, ya que la sala se quedo en total silencio.
-Oh se me olvidaba- Yunho
hablo mientras abría uno de sus cajones para sacar un sobre blanco –Esto es para ti Jaejoong, tu hermana me
pidió que te lo entregara- Sostuve el sobre entre mis manos y pude ver mi
nombre escrito con su pulcra letra y sonreí instintivamente –Otra cosa, Sra. Kim, creo que usted tiene
algo para su hijo-
Nuevamente vi a mi madre, y pude notar cómo se aferraba a su
bolso, algo había ahí que no quería darme, y me entro la curiosidad, la mirada
severa de Yunho hizo que lentamente abriera y sacara su contenido.
Y sin esperármelo me arrojo a la cara un paquete grueso,
cuando lo tuve en mis manos nuevamente las lagrimas hicieron aparición por mi
rostro, aquellas eran cartas, cartas que tu madre me enviaba cuando estaba en
el extranjero, pero ¿Por qué jamás me llegaron?
Cubrí mi boca con mis manos, estaba feliz, feliz de que no
me había olvidado, de que intentaba comunicarse conmigo, y pude ver la
confusión en tu rostro por mi reacción, pero en ese momento yo era feliz, tenía
tantas ganas de abrir y leer todo lo que contenía, pero ya lo haría después.
-¿Por qué…?
-¿Por qué no te
llegaron antes?- Yo asentí –Creo que
la respuesta es obvia, no querían que tuvieras comunicación con tu hermana-
-Entiendo- Dije
abrazando las cartas, después de todo, nunca estuve solo en aquel lugar, tenía a tu madre aunque
jamás lo supe, aun ahora, ella está con nosotros.
-Eso es todo por hoy,
Changmin hoy podrás irte con tu abuela, pero mañana tu tío ira a recogerte, tal
vez en este momento no sea justo para ti, pero con el tiempo te darás cuenta
que es lo correcto, pueden irse, Jaejoong necesito hablar contigo en privado-
Yo asentí, te vi levantarte de la silla, y me miraste con
odio, tu mirada me dolió, pero aun así lo comprendía, no sabías que es lo que
estaba pasando, y lo más seguro es que mi madre te metiera cosas sobre mí, para
que me odiaras por separarte de ella, pero la verdad es que esto al igual que
tu no me lo esperaba, había recibido demasiada información en un día y estaba
agotado.
-Sr Kim, quiero
decirle, que su hermana sospechaba de sus padres, sabía que o no recibía sus
cartas o que a ella no le llegaban las suyas, me dio órdenes de indagar, y me
entere que su madre las interceptaba, antes de poder decirle algo, su hermana
falleció, pero tuve el derecho de conseguir las cartas, no lo había hecho
antes, porque pensábamos que estaba muerto- Yo solo pude asentir ante sus
palabras, y nuevamente me abrace a aquella cartas, pasaría la noche entera
leyéndolas –Mañana le acompañare a ir
por Changmin, para que no haya ningún problema-
-Gracias por todo-
Le dije y él me sonrió
Y aunque dije que aquella noche pasaría leyendo las cartas,
no pude, inmediatamente que llegue sentí mi cuerpo pesado, y decidí descansar
por ese día, de todas formas el día siguiente era sábado y no tenía que ir a
trabajar, por lo que podía ir por ti y dedicarme aquellos días libres a leer
las cartas, y una vez que mi cabeza toco la almohada me quede dormido.
Al día siguiente logre levantarme temprano, me dio tiempo
para dejar habitable tu cuarto, conseguí una cama, un colchón, cortinas y
sabanas nuevas, y darle una limpiada, porque vivía solo y aquel lugar estaba
vacío.
Y una vez que me hablo Yunho, me puse en camino hacía lo que
alguna vez fue mi hogar, y ahí en la entrada principal estabas tú con el ceño
fruncido, se notaba que no querías venir conmigo, sujetabas el brazo de mi
madre, una forma de expresarme que no te querías separar de ella.
Cuando diste el primer paso tu abuela te detuvo y no dejo
que continuaras.
-No dejare que se lo
lleven- Yunho suspiro
-Sra. Kim, creo que
ya le explique en qué tipo de problemas está usted metida, es más, traigo una
orden, donde usted no podrá acercarse al muchacho- Ambos abrieron sus ojos
por la impresión
-Yunho- Le llamé
y tanto él como tú y mi madre me voltearon a ver –No es necesario, puede venir a ver a Changmin, o él ir a visitarla-
-¿Estás seguro?-
Yo asentí –Bien- dijo tomando los documentos y los rompió
a la mitad –Agradezca a su hijo-
Pero aún así ambos me miraron enojados y yo solo pude bajar
la mirada.
En el camino hacia la casa iba manejando, de repente
volteaba a verte y podía ver tu seño fruncido, mientras mirabas por la ventana,
ambos estábamos en silencio y el trayecto se me hizo demasiado largo.
Cuando llegamos podía ver como recorrías el lugar con tu
mirada, y esta vez podía ver la expresión de curiosidad en tu rostro, y el
verte ahí después de tantos años, no pude evitar recordar aquella vez que te
cargue entre mis brazos y una sonrisa se apodero cuando nuestras miradas se
conectaron.
-Tu cuarto esta al
fondo del pasillo a la izquierda-
Tu solo asentiste, tomaste tus maletas y caminaste hacía
donde te dije, sin dirigirme ni una palabra, para luego encerrarte en tu
cuarto, y suspire, sabía que me costaría ganarme tu confianza.
Y así como tú te encerraste en tu cuarto yo me encerré en mi
estudio, y leí cada una de las cartas, creo que sobra decir que aquella noche
solo pude llorar, habían tantos sentimientos acumulados, que no sabía la razón
de mi llanto: felicidad por saber que a pesar de todo mi hermana siempre me
apoyo, tristeza, porque jamás recibí sus cartas, y aquellos 14 años creía que
todos se habían olvidado de mi, angustia, por no haberme enterado de su muerte
tantos años atrás, y alegría por saber que me había escogido a mí, que había
confiado en mí, para dejarme cuidarte a ti.
No sé a qué hora exactamente salí del estudio, solo sé que
estaba agotado emocionalmente, abrí la puerta de mi habitación y me deje caer
en la cama, sin cambiarme de ropa, sin taparme, solo me recosté dejándome
llevar por el cansancio.
Sentí que alguien me observaba, claro que podían ser delirios
míos debido a mí falta de sueño, pero luego sentí como una parte del colchón se
hundía a uno de mis lados, y fue cuando comencé a abrir los ojos, y lo primero
que vi fue tu rostro.
Mi primer instinto fue incorporarme rápidamente y alejarme,
¿Resultado? Caí estrepitosamente al suelo, y tras varias caídas al intentarme
parar debido a que las sabanas se habían enredado en mis pies logre ponerme de
pie con el poco orgullo quedaba, porque solo podía escuchar tu risa, y aquello
me ponía más nervioso aún.
-Eres torpe- Me
dijo con una sonrisa de medio lado, y yo fruncí el seño
-¿Qué haces aquí?-
Le pregunte intentando cambiar el tema
-Tengo hambre- Me
dijo y yo bufe, mire el reloj y apenas eran las 8 de la mañana
-Es temprano- Le
dije levantando las sabanas del piso y echándome nuevamente sobre la cama –Además, es domingo-
Me tape el rostro con las sabanas intentando de nuevo
conciliar el sueño, habían pasado 2 semanas desde que se había ido a vivir
conmigo y habían sido por demás agotadoras, no te había agradado, siempre
buscabas algo con que fastidiarme, con que hacerme enojar, aún recuerdo el día
siguiente cuando dijiste que era un hipócrita al haber dejado que tu abuela y
tu se pudieran ver, y como lo predije, mi madre te había metido cosas en la
cabeza, me habías acusado por haberme ido a los 15 años sin decirle ni una
palabra a nadie ni a tus abuelos ni a tus padres.
No te negué nada, y aquello hizo que me odiaras aún más,
pero ¿Qué ganaba con contarte lo que realmente había pasado? ¿Me creerías?
¿Desconfiarías de la persona que ha cuidado desde los 4 años? Y la respuesta a
todas esas preguntas era un rotundo “NO”
Tu no me conocías, te había separado de tu abuela entonces ¿Por qué me
creerías? ¿Por qué confiarías en mí? ¿Por qué tendría que contarte todo? Si de
todas formas sabría que no me escucharías.
Lo positivo de todo aquello era el hecho de que estabas ahí
conmigo, el simple hecho de estar ahí, vivo me hacía feliz, no me importaba si
algún día te agradaría, porque sabía muy bien que una vez que cumplieras la
mayoría de edad te irías de mi lado, pero como dije antes, aquello no me
importaba, yo estaba feliz.
Me alegraba ver como prácticamente devorabas la comida, me
había dado cuenta que comías demasiado, pero no me importo, aquel detalle en ti
me hacía quererte aún mas, y disfrutaba de una manera extraña el verte comer,
suponía que aquello era parte de ser adolescente. Un lado negativo de aquello
era que me hacías pararme a mitad de la noche porque tú tenías hambre, claro
que no me molestaba, pero siempre tenía sueño al día siguiente.
Una cosa que me dolía era que las únicas veces que te había
visto sonreír era cuando tu abuela venía a visitarte, no habían sonrisas
falsas, ni aquellas cargadas de sarcasmo, y de alguna forma aquello me
deprimía, el hecho de que nunca lo harías para mí, me deprimía.
Una tarde recibí la llamada telefónica del departamento de
policía ¿La razón? Te tenían ahí debido a que te habían cachado robándote
algunas cosas de una tienda, inmediatamente tuve que ir para sacarte de apuros.
Cuando llegue pude ver como estabas en una esquina con un
policía vigilándote, y en cuanto me viste pude ver el miedo en tu rostro, el
cual giraste inmediatamente para que no te viera, pero ya era tarde y te había
visto. Por primera vez te había visto así de vulnerable.
Me la pase 1 hora discutiendo con el dueño de la tienda para
que te dejaran ir si ningún cargo, y debido a que era la primera vez que lo
hacías y que estaban todas las pertenencias te dejaron ir bajo una advertencia.
Y al igual que la vez que te lleve a casa por primera vez
ambos íbamos en silencio.
Cuando llegamos a casa vi tus intenciones de irte a tu
recamara, pero esta vez tenía que hablar contigo.
-Changmin- Te
llame y tú te detuviste a medio camino –Necesitamos
hablar, siéntate- Te dije mientras yo lo hacía en uno de los sillones.
-¿Por qué tendría que
hablar contigo?-
-¡Qué te vengas a
sentar!- pude ver como volteabas a verme sorprendido. -¡Ahora!-
Porque sí, te grite por primera vez, siempre me habías
tomado como el tío tonto, al que le podías tomar el pelo fácilmente, pero jamás
te había reclamado nada porque sabía que esta nueva vida es algo que no habías
pedido, y te entendía, y tampoco es que hubieras demostrado una actitud que
necesitara reprenderse.
Te sentaste frente a mí con tu particular seño fruncido,
pero a pesar de eso, tus ojos eran muy fáciles de leer, podía ver tu
nerviosismo y tu miedo en ellos.
-¿Qué quieres?-
Me preguntaste de una forma hostil.
-¿Qué que quiero?,
acabas de robar una tienda y me preguntas eso, yo debería ser el que te
preguntara, demonios Changmin no tienes que robar, si quieres algo solo tienes
que pedírmelo-
-Y con que lo vas a
pagar ¿Con el dinero de mi madre?- Bufaste molesto, y aquello me hizo
enojar
-¿Perdón?, crees que
todo lo que poseo lo tengo gracias al dinero de mi hermana, y si es así te
equivocas, todo lo que ves aquí, la casa
los muebles, todo lo he comprado con mi dinero, con el dinero que he ganado
gracias al esfuerzo que hecho por los últimos 15 años Changmin, hice mis
estudios y tengo un trabajo, me ofende el hecho de que pienses así- Pude
ver tu cara sorprendida y me puse de pie, de un cajón saque aquella tarjeta que
me había dejado mi hermana –Toma- Te
dije aventándotela –Todo el dinero que
me dio esta intacto, gástatelo si quieres, pero no vuelvas a robar ¿Crees que a
tu madre le hubiera gustado? Lo estaba guardado para cuando cumplieras la
mayoría de edad y decidieras irte de aquí, haz lo que quieras con el- La
estupefacción no dejaba tu rostro, y pude ver como bajabas la mirada.
-¿Le contaras a la
abuela lo que hice?-
-No- Y alzaste la
vista sorprendido
-¿Por qué?- Yo
encogí los hombros restándole importancia
-Yo también alguna
vez tuve 15 años Changmin, todos a esa edad cometemos locuras, y con el tiempo
aprendemos de ellas, solo no lo vuelvas a hacer-
Una pequeña sonrisa apareció en tu rostro, una sincera, para
luego asentir, y sin más camine hacía a mi habitación, feliz por haber logrado
aquello.
Regrese del trabajo aquella tarde, y me extraño el no
encontrarte en la sala viendo televisión, o en la cocina, (comiendo como
siempre) o en tu cuarto haciendo tarea, por lo que creí que habías ido con tu
abuela, así que decidí meterme a mi cuarto y descansar, grande fue mi sorpresa
al verte sentado en mi cama con la fotografía que tenía en mi mesita de noche,
pude ver tu rostro el cómo examinabas cada detalle de la foto y sonreí.
-Changmin, ¿Qué
haces?- Al parecer te pille desprevenido, porque saltaste en tu lugar.
-Jae- Me llamaste
y yo me acerque más a ti, viendo aquella foto, donde salíamos tu madre y yo, -¿Por qué te fuiste de casa?- No pude
evitar suspirar y me senté a tu lado.
-Es una larga
historia- Te dije mientras te quitaba la fotografía, y lentamente la
acaricie con mis dedos –Y no espero que
me creas-
-La abuela dice que
un día desapareciste, y no volviste, que te aviso de la muerte de mamá, pero
jamás te intereso-
-Y ¿Le crees?-
-No lo sé, hay algo
que no entiendo, si jamás te intereso la familia, por qué mi madre pidió que tú
te encargaras de mí- Sonreí ante tu deducción, pero sabía que no era tiempo
para que supieras la verdad, quería que confiaras completamente en mí para
hacerlo.
Desordene tus cabellos con una de mis manos y tu frunciste
el seño
-Algún día lo sabrás-
Y tú solo me miraste confundido –Es
tarde, ahora ve a dormir-
-¿Algún día me lo
dirás?- Yo asentí –Buenas noches- Y
saliste sin más de mi habitación.
Y desde ese día comenzamos a llevarnos mejor, podía ver tu
sonrisa cada vez que llegaba a casa después de trabajar, cada día te acercabas
más a mí preguntándome cada día algo nuevo.
-“¿Hyung, por qué no te has casado? Ya tienes 30 años”-
-“¿Me estás diciendo viejo?”-
-“¿Eh?
No, me refiero a…”-
-“No importa, prefiero estar solo”
Muchas conversaciones eran como esas, y no podía explicarte
él porque estoy solo, el porqué no me he casado, porque sería el contarte el
porqué en primer lugar había dejado mi hogar hace 15 años, e igual forma que
debería contarte todo lo que tus abuelos habían hecho y aún seguía
preguntándome si me tendrías la suficiente confianza para creerme, aún tenía
miedo de que con aquello perdería la poca confianza que me había ganado de tu
parte.
Ambos reíamos en el sillón, la verdad es que no recordaba la
razón, ¿Tú la recuerdas? Pero aún así ambos no dejábamos de reírnos, este es
una de mis memorias que mas aprecio, porque sonreías, y reías para mí.
El sonido del timbre hizo que ambos calláramos de repente,
volteamos a ver la puerta y nuevamente reímos. Me puse de pie aún riendo, y
conforme avanzaba a mis oídos llegaba la tuya, sin embargo cuando abrí la
puerta, mi risa se apago y mi sonrisa, se convirtió en una mueca de
inconformidad
-Madre-
-Vengo a ver a
Changmin-
-Hyung ¿Quién es?-
Dijiste mientras caminabas y te colocabas detrás de mí, abrazándome por la
espalda aún con tu sonrisa y tu risa aún presentes, y cuando enfocaste a tu
abuela al igual que a mí tu sonrisa desapareció –Abuela-
Ella frunció el seño al vernos convivir tan bien, y sabía
que le molestaba aquello, y aquel día se dedicaría a preguntarte el cómo podías
a ver creído todo lo que yo te decía y no confiar en ella, sería una larga
tarde.
Y mientras ambos platicaban yo me dedicaba a leer un libro,
intentando ignorarlos, pero aún así sus susurros llegaban a mis oídos y cada
día me sorprendía el cinismo que tenía mi madre.
-Abuela, no sé por qué me sigues contando todo esto, el no es así-
-Cariño, ya te dije
que no te dejes llevar, te está engañando para que te pongas en mi contra-
No quise seguir escuchando su conversación, cerré mi libro y
comencé a caminar hacía la cocina, y mientras tomaba un vaso de agua, mil
preguntas azotaban mi cabeza y la más importante era que si después de esto
seguirías confiando en mí o te alegarías nuevamente de mí.
Desde la cocina podía verte, podía ver cada una de tus
expresiones, tu rostro, tu sonrisa de vez en cuando, como de repente fruncías
el seño con algo que mi madre te decía, no pude evitar que una sonrisa abarcara
mi rostro, por alguna extraña razón me encantaba cada una de tus expresiones,
cada una de ellas era única, y a mis ojos eso te hacía único.
Después de que tu abuela se fue, fue cuando decidiste
creerle a ella y no a mí, porque el resto de la tarde me evitaste y jamás me
dirigiste la palabra, solo comiste y te encerraste en tu habitación, esta era
una de las razones por las que me gustaba estar solo, porque en un momento a
otro, me había acostumbrado a tu compañía, a tus sonrisas, a tu risa, para que
con unas palabras tu abuela desmoronado en una tarde lo que a mí me había
costado meses conseguir, y aquello dolía demasiado.
Y así pasamos 1 mes completo, que se me hizo eterno, me
evitabas, ya no esperabas por mí para poder cenar los 2 juntos, cada vez que
llegaba encontraba los trastos que habías usado y siempre te encerrabas en tu
habitación para que no te viera.
Los fines de semana salías temprano a ver a tu abuela y me
dejabas en casa solo, y en ese tiempo me había dado cuenta de algo que hizo que
me aterrorizara, y tome una decisión.
Aquel sábado había citado a Yunho en mi casa….
-¿Estás seguro?-
Me pregunté y yo asentí –Pero tú
hermana…-
-Yunho, yo perdí y mi
madre gano, Changmin jamás me aceptará, lo intente, y lo logré por un tiempo,
pero bastó con solo una tarde para que me odiara-
-Dile la verdad-
-Y si se la digo ¿Me
creerá?- Yunho no dijo nada –Ves,
Changmin está mejor con mi madre, por eso quiero regresarle la patria potestad-
-De acuerdo- Dijo
poniéndose de pie –De todas formas
piénsalo bien Jaejoong, en una semana enviare la invitación para que firmen los
documentos, tienes ese tiempo para pensarlo mejor- Yo solo asentí.
Y nuevamente sentí un dejávú mientras dormía, podía sentir
aquella mirada sobre mí, y cuando abrí los ojos, te vi, esta vez en cambio no
me asuste, solo fruncí el seño y tú hiciste lo mismo.
-¿Qué?- Te
pregunte molesto, porque al día siguiente tenía que ir a trabajar y necesitaba
dormir.
-¿Por qué?-
-¿Por qué, que?-
-Por qué le vas a dar
mi patria potestad a la abuela, ¿Es la forma más sencilla de deshacerte de mí?-
-No deberías escuchar
conversaciones ajenas-
-No fue mi culpa, iba
entrando y los escuche-
-No sé porque te
quejas tanto- Le dije ya más calmado y dispuesto a volver a dormir –Es lo que querías desde un principio ¿No?-
Y abriste los ojos sorprendido –Nunca
has querido a estar conmigo por todo lo que mi madre te cuenta acerca de mí- Bostece
–Ahora tienes lo que querías así que
déjame dormir que mañana tengo que trabajar-
Me recosté tapándome el rostro con las sabanas, y estaba a
punto de quedarme nuevamente dormido cuando sentí como me las quitabas de
encima y me veías con el seño fruncido
-¿Crees que te puedes
deshacer de mí tan fácilmente?- Cerré mis ojos y le conteste sin abrirlos
-No es que quiera
deshacerme de ti, pero sé que ya no quieres estar aquí, qué prefieres regresar
a tu vida anterior donde no sabías que tenías un tío que no le interesa su
familia –Suspire recordando la razón por la que había decidido dejarte
nuevamente con tu abuela –Ahora haznos
un favor y olvida que éxito-
No dijo nada y yo tampoco lo hice, solo escuche el sonido de
tus pisadas alejándose y luego la puerta siendo cerrada, era lo mejor para
ambos, así con el tiempo me olvidarías y yo olvidaría que me había enamorado de
ti…
Lentamente la semana fue pasando, y en ese tiempo no te
había vuelto a ver, y era lo mejor, aquello que sentía por ti no era correcto,
no podía haberme enamorado del hijo de mi hermana, de mi sobrino, no podía
hacerlo, y mientras más te alejaras de mí, era mejor.
Dentro de 2 días llegaría la invitación para cederle tu
patria potestad a tu abuela, era sábado y decidí dormir hasta tarde, cuando
desperté estabas en la sala, con los brazos cruzados y mirándome enojado.
-Ya es la 1 y yo
tengo hambre- Me dijiste, te ignore y camine hacía la cocina –Te estoy hablando-
-Ya eres
suficientemente grande para prepararte algo de comer- Te respondí mientras
que del refrigerador sacaba una caja de cartón con jugo y lo bebía del envase
directo
-Hyung…- Deje de
beber y te vi curioso, te veías algo nervioso -¿Podemos hablar?- Levante una ceja.
-Me lo dice la
persona que de un momento estábamos riendo por una tontería y al otro decidió
ignorarme- Suspiraste
-Yo… en 2 días regresare con la abuela, dijiste que un
día me contarías porque te habías ido de casa-
-Changmin, la
cuestión no es si te cuento o no- Te dije caminando hacía la sala y tú me
seguiste- -La Cuestión aquí es si me vas
a creer-
-Puedo hacer el
intento- Sonreí, adoraba tu personalidad, sentí como mi corazón comenzaba a
bombear rápidamente, y pude sentir un calor en mis mejillas, rogué por que no
se notara
-Esto es un tema
delicado, así que si quieres que te cuente no quiero que me interrumpas ¿De
acuerdo?- Tu asentiste –Bien, ¿Dónde
puedo empezar?, Min es cierto que deje mi hogar cuando tenía 15 años, pero no
fue porque yo quisiera irme, si no porque tus abuelos me enviaron a estudiar al
extranjero para que cambiara-
Pude ver la duda en tu rostro y las ansias de preguntarme,
pero no dijiste nada y seguí relatando.
-Tú siempre me
preguntas porque estoy solo, por qué no me he casado, todo esa razón paso hace
mas de 15 años, era un adolescente, y fue ahí donde me di cuenta que me
gustaban los chicos- Sonreí al ver tu cara de estupefacción –Hace 15 años, salía con un chico, Yoochun,
lo recuerdo bien- Sonreí al recordarlo –La
verdad es que me había enamorado de él, y salíamos a escondidas de nuestros
padres- Hice una pausa y pude ver cómo me veías atentamente –Un día, estábamos en mi casa, tus abuelos
habían salido de viaje, y tus padres estaban en su casa, lo que jamás planee
fue que tus abuelos regresaron antes, y nos cacharon cuando estábamos teniendo
relaciones-
Tome otro trago del jugo de naranja, para desenterrar
aquella escena, pude ver cómo te movías ansioso, podía ver como querías
preguntar, y te agradecí en silencio que no dijeras nada.
-Jamás olvidare ese
día, en como tus abuelos me miraban, con enojo, decepción, y lo peor de todo es
que tu madre estaba ahí- Sonreí nostálgicamente- Su rostro de sorpresa, y me sentí miserable, culpable, y el resto,
fue un caos, mi padre le disparo a Yoochun con un arma que tenía- Vi tus
ojos y pude ver algo de miedo y sorpresa en ellos-
- Agradecí el hecho
de poder tener buenos reflejos, corrí hacía mi padre y tome su brazo, al
hacerlo la bala solo le dio en el
hombro, Yoochun salió corriendo, y jamás lo volví a ver, y a mí me enviaron
lejos, siempre me decían que había deshonrado a la familia, que ellos no
querían un hijo marica – reí –Y que
me enviaban al extranjero para que recapacitara-
-Por qué no fuiste al
funeral de mamá-
-Estando allá me
enviaban cada cierto tiempo dinero para la colegiatura, y sin embargo después
de 4 años, jamás recibí algo, comencé a trabajar para pagar mis estudios, y me
había dado cuenta de que me habían dejado a mi suerte en aquel lugar, y estuve
viviendo 14 años ahí, sin saber nada ni de nadie, siempre creí que tu madre me
guardaba rencor por mis preferencias.
-Yo… yo no lo sabía-
-Lo sé- Sonreí- Hace un año regresé, fui a ver a tus
padres, y fue cuando me di cuenta que ya no vivían ahí, y tuve que ir con tus
abuelos, fue donde me dijeron de la muerte de mi hermana, y me dijeron que tu
habías desaparecido esa noche- Me viste con incredibilidad –Una noche me llamarón para la lectura del
testamento de tu madre, ahí fue donde me entere, de que tus abuelos habían
fingido mi muerte para quedarse contigo- Sonreí- No les agrado que tu madre te dejara conmigo, y dolió, dolió el saber
que tus padres jamás te quisieron-
No dije más, me puse de pie y camine de regresé a mi cuarto,
aún a pesar de que eran las 2 de la tarde estaba cansado, y solo quería
dormir….
Sin embargo antes de
poder cerrar mis ojos escuche como abrías la puerta
-Hyung- solo
respondí con un leve “mmm” – ¿Es verdad
lo que me dijiste?- Preguntaste mientras te sentabas en la cama
-Ya sé que no me
crees Changmin, ve con tu abuela- Te respondí, ya no quería saber nada, mi
corazón se encogía en solo pensar que te irías de mi lado, pero así lo había
decidido ya, mi importancia era tu felicidad.
-Eso no- Me
dijiste, y ante aquellos abrí los ojos y te mire con duda, tu bajaste la mirada
–Me refiero a que si te gustan los
hombres-
La verdad es que me extrañe ante tu pregunta y te vi más
curioso
-Sí, ¿Por qué?-
-Por esto-
Dijiste
Y cuando me quise dar cuenta tus labios estaban sobre los
míos, abrí mis ojos por la impresión, mi corazón, comenzó a latir más fuerte y
más rápido, sentí tus brazos rodear mis hombros y luego tus manos acariciar mis
cabello, esto debía ser un sueño, uno de mal gusto, y sin embargo me separe
-¿Qué, qué estás
haciendo?-
-¿No es obvio?-
Me preguntaste entre molesto y feliz, porque a pesar de que tu voz demostraba
molestia había una sonrisa en tus labios, y volviste a intentar besarme pero yo
me aleje y pude ver tristeza en tus ojos –Me
gustas- Me dijiste –Me gustas mucho
Hyung- te volviste a acercar a mi cuerpo, pero esta vez no me besaste, si
no que me abrazaste
-Changmin, esto no
está bien-
-Lo sé- Me
dijiste –Me gustas, desde la primera vez
que te vi en mi casa- Me sorprendí ante aquello –Yo… yo te vi salir de mi casa hace un año, y me llamaste la atención-
Y aunque fue poco pude ver un pequeño sonrojo que apareció en tu rostro –Y pude ver como mi abuela te buscaba con
frecuencia, y siempre quise saber quien eras, cuando te vi con mi abuela en la
oficina de Yunho y supe que eras mi tío, me enoje, me enoje porque en ese
tiempo me di cuenta que me gustabas, y aquello significaba que no podía estar
contigo-
-Espera, no te enojaste
porque te separe de tu abuela- Tu negaste
-Yo simplemente no
quería ser tu sobrino, y el tiempo con el que estuve viviendo contigo, me
olvide de ese hecho, y luego llego la abuela, recordándome que lo que sentía
por ti no estaba bien, y simplemente me enoje conmigo-
No pude evitar reírme y
frunciste el seño ante aquello, todo el tiempo que creí que me odiabas…
-Sabes que esto está
mal ¿Cierto?- Tu asentiste y no pude evitar jalarte hacía mi cuerpo y
besarte, cuando nos separamos posicione mi frente contra la tuya y sonreímos –Tu abuela enloquecerá-
-Lo sé- Y ambos
reímos –Hyung, tengo hambre- Y no
pude evitar soltar una carcajada.
Te di un pequeño pico en los labios y tú frunciste el seño,
después de todo seguía amando tu carácter.
-Te amo- Te dije
sin miedo, y a pesar de tu enojo pude ver un rubor en tu rostro.
-Hyung- Tu voz me
saco de mis pensamientos y quite mi vista de la chimenea -¿No puedes dormir?- Gire a verte y te vi ahí parado, viéndome con
aquellos ojos chocolate que tanto amo.
-Solo estaba
recordando- Tú sonreíste.
-¿Qué?- Me
preguntaste acercándote a mi lentamente para abrazarme.
-En la primera vez
que te vi- Te dije y tu sonreíste, me estire un poco para alcanzar tus
labios, y es que ahora estabas más alto que yo, y fruncí el seño -¿Por qué creciste tanto?- Tu solo
soltaste una carcajada
-¿Los genes de mi
padre?- Y te volví a besar, esta vez más apasionado.
Comenzamos a caminar mientras nos besábamos, chocando con
todo lo que se nos interponía en el camino, despojándonos de nuestra ropa hasta
que ambos caímos en la cama, completamente desnudos.
Nos miramos ambos a los ojos, viendo lo que sentíamos en uno
por el otro, y lentamente mi excitación fue creciendo, corte la conexión entre
nuestras miradas para atacar tu cuello, escuche aquel gemido que escapo de tu
boca, y aquello me ínsito a comenzar a acariciar tu cuerpo, sentí tus manos
imitar las manos, después de todo llevábamos varios años haciéndolo.
Sonreí de forma lasciva y tú hiciste lo mismo, y a pesar de
que siempre lo hacíamos de una forma salvaje, nunca olvidábamos que hacíamos el
amor, bese tus labios por un momento, para luego separarme y baje mi cabeza
hacía tus piernas, donde vi tu miembro ya duro por la excitación le di una
pequeña lamida y el grito que soltaste logro calentarme aún más, metí tu
miembro completamente a mí boca, subiendo y bajando, solo podía escuchar tus
gemidos de placer, y poco después una de tus manos se enredo en mis cabellos,
marcando un ritmo, sentí como tu cuerpo se estremecía y pare, escuche un bufido
de tu parte.
-¡¿Por qué demonios
te detienes?! – Reí, a pesar de los años seguías teniendo aquel carácter de
los mil demonios.
-Tranquilo pequeño-
Nuevamente bufaste molesto-
-Ya no soy un niño-
-Lo sé- Tome
entre mis manos tu miembro y lo estimule un par de veces, y un gemido escapo de tu garganta
–Pero recuerda que sigo siendo 15 años mayor que tu, y para mi seguirás
siendo un niño-
Pude ver como ibas a protestar, pero no te deje llevé mis
dedos a tu boca, vi con lujuria como los chupabas, lentamente la cordura iba desapareciendo de mi
cuerpo.
Y sin perder tiempo abrí tus piernas y me posicione entre
ellas, lleve mis dígitos hacía tu entrada, el primero, el segundo y el tercero,
podía ver la molestia en tus ojos, no había dolor como la primera vez, pero aún
así sabía por experiencia que causaba malestar, al poco tiempo mis dedos salían
y entraban en tu intimidad, y los gemidos llegaban a mis oídos, dándome a
entender que ya estabas listo.
Tome mi miembro entre mis manos y entre de una estocada, arrancándote
un pequeño grito y sonreí al ver el dolor en tus facciones
-Mierda- Murmuraste
-¿No pudiste ser más gentil?-
-No- Te susurre
en el oído y luego lo mordí
Poco después me movía dentro de tu cuerpo, tus piernas se
aferraron a mi cintura y tus brazos a mi espalda, podía sentir las caricias, o
los rasguños que dejabas en ella, con una de mis manos estimulaba tu miembro.
Tome una de tus piernas y la subí a mis hombros para hacer
las penetraciones más profundas, podía ver cómo te mordías los labios cuando
entraba completamente en ti. Y mordiste uno de mis hombros cuando llegaste a tu
clímax, poco después expulsaste tu semen manchando mi mano y nuestros abdómenes.
Di un par de
estocadas, y grite tu nombre para correrme en tu interior, y sin fuerzas
me deje caer en tu cuerpo, realmente esta noche estaba exhausto, y caí dormido
casi enseguida.
El sonido del timbre hizo removerme en la cama, al poco
tiempo te sentí moverte, estaba dispuesto a volverme a dormir, pero el sonido
era molesto e insistente.
-Hyung- Escuche
tu voz, y comenzaste a moverme para que despertara –Ve a abrir- Pero solo me metí más en la cama y luego sentí un
golpe.
-¡Oye!- Me
incorpore molesto -¿Por qué me pegas?-
te grite mientras sobaba el lugar, en el cual me saldría un moretón.
-Porque no te quieres
parar-
-Y porqué no te paras
tú- Te dije mientras me volvía a acurrucar en la cama
-Porque tengo sueño-
Te escuche y luego sentí como me empujabas
¿Conclusión?, caí estrepitosamente contra el suelo
-¡Changmin!- Pero
ya te habías metido en la cama y a regañadientes me puse mi ropa interior y un
pantalón holgado y camine hacía la entrada.
Cuando abrí la puerta me encontré con tu abuela, que me veía
como siempre, con el seño fruncido, no dije nada, solo la deje pasar.
-¡Changmin, tu abuela
te busca!- Sonreí cuando escuché como caías de la cama, y tus movimientos
apresurados, aquello era mi venganza por tirarme de la cama.
Y mientras tú salías corriendo del pasillo yo entraba
despacio, nuestras miradas se conectaron, y me miraste molesto, mientras yo
solo te sonreí.
Y es que nuestra relación era prohibida, nadie lo sabía, y
para mantener la paz con mi madre fingías estar de acuerdo con ella, fingías
que no querías estar ahí viviendo conmigo.
Habíamos estado fingiendo con ellas los últimos 5 años que
has estado conmigo, en los cuales no he vuelto a estar solo.
Esos 5 maravillosos años y los que vienen siempre estarán en
mis MEMORIAS
FIN
Waaa por fin lo termine, lamento de verdad la tardanza, mucho tiempo después del día Soulfighter T_T pero bueno espero que les haya gustado n.n
Nota: Para los que esperan continuación de soledad en unos días subo actualización, ya lo termine solo tengo que pasarlo a la computadora, una vez mas gracias por su paciencia a todos
Ommooo asi que todo ese odio por parte de los padres de Jae fue porque es gay!!!!!
ResponderEliminarDe verdad que viejos tan cerrados de mente y para completar la estupidez de ellos, casi matan a Yoochun y lo borran de sus vidas.
Yo tambien crei que el "odio" que Min sentia hacia Jae era por que lo separaron de su abuela, pero gran sorpresa fue el saber la verdad de su "odio"
Me encanto la ultima parte, esa pequeña venganza de Jae hacia Min xDDDD
Aghna me descolocaste toda... yo pense que iba a ser mas partes de esta historia, pero bueno no me quejo con estas dos partes quedaron super geniales... Gracias por compartirla!!!
Y por supuesto que espero ansiosa el actua de "soledad"!!!!!!!
Jajajaja lo siento de hecho originalmente solo era un one-shot pero me alargue mas de lo que quería, lamento si quedo muy cortita o que no lleno espectativas n.nU y ps si asi son algunas personas U.U pero bueno quedaron ellos juntitos n.n gracias por leer a mas tardar el sabado subo la de soledad n.n
EliminarAGHNA~<3 ¡¡Estuvo genial!! -le lanza flores(?)- esto me dejo... Impactada...
ResponderEliminarJae amo a Min casi desde que este era un bebé.... Literalmente fue un "Asalta Cunas" C': pero... Why? Se fue y sufrió mucho allí... Ahhh..
Los mugres padres de Jae lo alejaron solo porque era homosexual ㄱㄱ aish... Que mala onda que le hayan hecho eso.... Me sentí tan mal por ellos (Jae y Chun)
CASI MATAN A YOOCHUN -muere y revive(?)- gracias al cielo solo le dió en el hombro T^T y ya
Por un momento creí que quiza YunHo se iba a interesar en Jae pero no.... C': Que bueno~ (cofcofNOESFANDELYUNJAEcofcof)
Mugre vieja.... Pense que ponía a Min en contra de Jae y todo eso... para mi buena suerte no fue así.
LO BESÒ... CHANGMIN BESO A JAEJOONG *-----* y le dijo el porque de su indiferencia *ㄱ* también le gustaba God!
Que sexy!!! Ame esta Two Shot ^^ muchas gracias por seguir alimentando mi amor JaeMin....
Sung_Eun_Kyung<3 (<-- Nombre original T^T)
Jejeje si yo tampoco soy fan del YunJae n.nU jeje me alegro que te haya gustado, gracias por tu comentario n.n
Eliminar¡Changmin, tu abuela te busca!- Sonreí cuando escuché como caías de la cama...Mi parte favorita
ResponderEliminarCartas...me rompió el corazón odio a las personas ajenas
que manipulan las cartas con sus asquerosas manos
Mis respetos para este trabajo; un final inesperado,
tanto enojo-decepción del protagonista me asustó pero fue su madures lo que le dio equilibrio (y claro su romance) no pensé que fuera a caerme bien después de todo XD y una pizca dulce
característico de Changmin oppa.
Si, es horrible cuando alguien lee algo tan personal T-T gracias por leer un poco mas n.n soy feliz
ResponderEliminarEs triste la historia de Jae pero me gusto el final *^*
ResponderEliminarla señora se lo gano por bruja! u x u
Jejeje si, es triste, pero al final recibió su recompensa n.n, fue feliz, si, esa señora grr XD
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